Anatomía compleja: 1. Las estructuras nasales y de los oídos de los animales son complejas y varían ampliamente entre las distintas especies y razas. Por ejemplo, la cavidad nasal de los gatos es excepcionalmente estrecha. Esta complejidad puede dificultar el diagnóstico preciso de afecciones sin equipo y experiencia especializados.
Cooperación del paciente: los animales suelen mostrar ansiedad o resistencia durante los exámenes y tratamientos, lo que puede hacer necesaria la sedación o anestesia, lo que aumenta la complejidad y el riesgo de los procedimientos.
Detección de patologías sutiles: pequeñas lesiones, tumores en etapa temprana o diminutos cuerpos extraños pueden ser difíciles de detectar con los métodos de examen convencionales.
Infecciones e inflamación: Las cavidades nasales y auditivas son propensas a infecciones y afecciones inflamatorias, que pueden ocultar problemas subyacentes y complicar el tratamiento.
Limitaciones tecnológicas: El acceso a equipos diagnósticos y terapéuticos avanzados, como endoscopios, tomografías computarizadas y máquinas de resonancia magnética, puede ser limitado en algunas prácticas veterinarias.
Tiempo y costo: los diagnósticos y tratamientos integrales para afecciones nasales y de oído pueden requerir mucho tiempo y ser costosos. Esto plantea desafíos tanto para los veterinarios como para los dueños de mascotas en términos de programación, asequibilidad y manejo del estrés y la comodidad del animal.